En la entrada del French 75 hablábamos
sobre el calvados, así que debido al aluvión de peticiones y preguntas sobre el
mismo, hoy vamos a tratar sobre este delicioso
licor.
El
calvados es un licor francés elaborado
con manzana, en realidad es brandi de
sidra. Supongo que todos estamos acostumbrados a ese licor de manzana al que te
“invitan” después del postre en algunos restaurantes, que huele (y posiblemente
sabe) como esos ambientadores de inodoro que usan en las gasolineras, pues bien, el calvados NO es como eso, deja un leve
y delicado sabor a manzana ácida en la boca, no a excipiente e-2015
sabor manzana. Tiene cuerpo, bouquet que se dice fisnamente, ya que pasa al menos un par de años
envejeciendo en barrica de roble, puede que no llegue a ser como los grandes wiskis o
coñacs pero no es ni de lejos el típico orujo abrasapapilas.
Podría parecer que con este
sabor a manzana el calvados debería ser algo fresquito y veraniego, pues no, personalmente
pienso que la mejor forma de arruinar un calvados, como un buen wiski, es con
hielo, el calvados debería beberse solo y a temperatura ambiente y muy ocasionalmente
como ingrediente en algún coctel. A mi el
calvados siempre me ha parecido muy invernal, es para paladearlo
observando el fuego en la chimenea
después de una buena cena, porque el calvados
no es un aperitivo (para eso se usa el Pommeau, como se verá más tarde), es
ideal para tomar después de comer, ya en siglo XVI, Julien le Paulmier, medico
real glosaba sus valores digestivos.
Historia:
El calvados toma su nombre de la región
normanda de Calvados, que a su vez parece tomar el suyo de un buque de la
Armada, a la que incompresiblemente se sigue llamando Invencible, que encalló por aquellos
andurriales: el “San Salvador”, de “Salvador”
paso a “Calvador” y de ahí a “Calvados”,
suena raro pero hay metamorfosis de este nombre aun más extrañas, como de
“Salvador” a “Lucas” (con s liquida,
claro). Uno no puede por menos que
pensar que los vecinos de la zona tuvieron suerte de que el “Rata Encoronada” acabara
encallando en Irlanda… los españoles no podíamos ponerles nombre a los barcos
como los ingleses: “Indefatigable”, “Victorious”, “Invincible”... no, el “Rata Encoronada”, así nos lució el pelo.
Un barco de la Armada a punto de naufragar, aunque en realidad ya había naufragado entre resmas de papeleo mucho antes de partir. Se supone que llevaba a las antecesoras de manzanas con las que se hace el calvados, además de balas del calibre equivocado, burócratas, patatas, perros blancos y gatos sin cola, no es extraño que naufragaran, cargando con tanta cosa inútil. |
Pero aun no hemos acabado con la Armada, según
la tradición (de las guías de viaje, presumo), la receta de la sidra o al menos las manzanas a partir de la cuales
se hace este licor, fueron introducidas
en Francia desde el Norte de España por los supervivientes de los naufragios de
la Armada. Una bonita leyenda, pero en el Canal conocían la sidra desde hacia un
poco antes, que se sepa, desde la época de Cesar. En Normandía era la bebida más popular ya en el
siglo XII y ya en 1533, Gilles de Gouberville
dejó por escrito en Cotentin como destilar la sidra para hacer brandi; el
mismo año de la Armada, un normando, Julien le Paulmier, incluía 82 variedades
de manzanas para sidra en su tratado De
Vino et Pomaceo. Todo eso, sin
mencionar que el San Salvador era de Guipúzcoa y hay formas más fáciles de
pasar una receta de Guipúzcoa a Francia que hundir un galeón en la costa del
Canal, por ejemplo, estirando la mano sobre la frontera. Así que parece que no
es más que otra leyenda mas sobre productos locales introducidos por náufragos
de la Armada, como los West Highland Terriers blancos de Escocia, los pollos de
las Orcadas, los gatos de la isla de Man o la patata de Irlanda.
El licor de sidra, aunque
especialmente floreciente en el Canal, era también popular en toda Francia,
como el de pera con el que tiene mucha relación. Aprovechando que las guerras de Religión y la
Pequeña Edad del Hielo habían golpeado duramente a los viñedos franceses,
estos licores "de huerto" estaban ganando terreno hasta que apareció el santo patrón de todos los
economistas españoles: Jean Colbert, ministro de Luis XIV, que decidió que la mejor forma de facilitar la producción
nacional era proteccionismo, los nuevos aranceles
a las importaciones no hicieron ninguna
gracia a ingleses y holandeses, que decidieron pagarle con la misma moneda
gravando el producto estrella francés en sus mercados, por lo que en vez de reactivarlas, Colbert logró
hundir las jugosas exportaciones francesas de vinos y licores. Como diría Yod…
Hayek, el intervencionismo sólo genera
intervencionismo, así que para salvar del naufragio a la antes floreciente
industria vitivinícola francesa, en especial el brandi de Cognac, a Colbert no se le ocurrió mejor idea que
prohibir la producción de brandis que no
fueran de uva en el resto de Francia, sólo se salvó la costa del Canal, no
sabemos si porque allí eran demasiado
populares o porque los nobles andaban algo molestos con otra idea suya
que había llevado a la practica en la zona de Normandía (la que si deberían de
seguir los economistas españoles): eliminar atávicas aduanas y aranceles internos
heredados de la edad Media. Así que esta es la razón por la que hoy el calvados
se hace mayoritariamente en Normandía (también se hace un poco en Bretaña y
Maine) y por la que hay un coñac que se llama Colbert, lo que no sabemos es por
qué no hay también un oporto que se
llame Colbert, porque sus medidas casi arruinan el mercado francés pero
hicieron ricos a los bodegueros portugueses que ocuparon el vacío dejado por las
exportaciones francesas en Inglaterra y Holanda... y es que eso de la
globalización, no es cosa de ahora.
Para cuando la Revolución abolió
la ley, los derivados de la uva habían ganado la carrera. La sidra y el
calvados continuaron creciendo, pero como un producto meramente local; algunos llegaban
a la cercana París pero las mayores exportaciones de este licor fuera de la región se realizaron
durante la Primera Guerra Mundial, cuando se requisaba para la fabricación de explosivos. Este mismo motivo iba a traer un gran cambio
al calvados en la próxima guerra mundial, también se requisó para fabricar explosivos,
pero no para lanzárselos a los alemanes, sino para ser lazados por ellos, esto
no les hacia mucha gracias a los franceses que urdieron un plan para para
fastidiar el esfuerzo bélico del huno invasor: por acuerdos con la administración local de la
Francia ocupada, los alemanes excluían a
ciertos licores de calidad como el coñac o el armañac, porque estaban
oficialmente reconocidos como denominación de origen ( y suponemos que porque el
alto mando alemán pensó que estos selectos licores ayudarían más al Reich que
duraría 1000 años en sus boca que en las de los cañones), así que en 1942 los
franceses decidieron crear una denominación de origen para el calvados y evitar
que acabará embotellado en casquillos de
9mm parabellum, la primera fue la de Pays d’Auge pero más tarde aparecieron 10
más para otras zonas de Normandía que
finalmente se combinaron en una en 1984, conocida como AOC. Esto
hubiera sido demasiado sencillo para la administración francesa, así que la AOC
también acabó subdividiéndose, ahora conviven
la AOC normal, la AOC Pays d’Auge, más orientada a la calidad y la AOC
Dromfrontais, para una variante de calvados que tiene un 30% de pera. Protegido
y vigilado con una denominación de origen, el calvados no sólo ha empezado a conocerse fuera de Normandía,
sino de Francia. Recientemente también se ha reconocido al primo bretón del calvados, el lambig, con una denominación
de origen, la AOR.
Fabricación:
Para fabricar un litro de calvados
se necesitan unos 27 kilos de manzanas (o 20 litros de sidra). El calvados no
se hace con una sola variedad de
manzanas, cada productor usa su particular y compleja proporción dependiendo en
sus propiedades, como la acidez, concentración de tanino, azúcar, etc. que le darán un sabor propio.
Después de recolectar y prensar
las manzanas, se deja que el resultado empiece
la fermentación y que se convierta en una sidra que tenga la suficiente
cantidad de alcohol como para destilarse (sobre un 4,5 %). La sidra se destila
una primera vez, obteniéndose las “petites
eaux” (aguas menores, sic) o “brouillis” con una concentración del
28%, las “petites eaux” se destilan una segunda vez para llegar a una concentración del 72% (aunque a veces el AOC
Dromfrontais sólo se destila una vez, dejándolo madurar más tiempo), finalmente,
este liquido totalmente transparente se pasa para envejecer a barricas de
roble, de las que adquiere su típico
color dorado/ambarino y que les permiten tomar cuerpo, de hecho, una vez
embotellado, el calvados deja de envejecer por lo que es mejor no atesorarlo,
sino bebérselo rápidamente y pasar a la
siguiente botella.
Tipos:
Como ya hemos visto, la primera
división es según la denominación de origen. El pata negra suele ser el de Pays D’Auge, el AOC es el normalito y el
Domfrontais, que es el que tiene un 30% de pera, más frutal y concentrado pero
con menos matices.
La segunda es por edad (es decir,
calidad). Hay muchas formas de dar la edad, directamente, (por ejemplo,
"20 ans d'âge) que indica el calvados más joven que se ha usado ya que es
habitual mezclarlo con calvados más viejo para mejorar el joven, por el año de
embotellado, que además indica que esta vez no se ha mezclado con otro o por último, según la siguiente tabla:
“Fine”, “***” o similar
|
Mínimo
de dos años en barrica de roble
|
"Vieux" o "Réserve"
|
Mínimo
de tres años en barrica de roble. El
Domfrontais tiene que ser mínimo de esta edad.
|
"V.O.", "Vieille Réserve" o
"VSOP"
|
Mínimo
de cuatro años en barrica de roble
|
"Extra",
"XO", "Napoléon"
u "Hors d'Age"
|
Mínimo
de ocho años en barrica de roble, las edades suelen ser 8, 12, 15, 20 o 25. Hay otra opción, "Age Inconnu", pero es poco
probable que se encuentre de forma comercial
|
Un último detalle, si en la
etiqueta aparece “non reduit” indica que sólo se ha eliminado alcohol debido a
la evaporación natural, que lógicamente indica que tiene mucho más alcohol.
En resumen, que a lo que hay que
apuntar, si se puede, es a un AOC Pays
d’Auge X.O.
Marcas:
No es difícil encontrar calvados en
España en zonas especializadas de grandes superficies (exacto…), aunque se
limita a las marcas más famosas. Aquí van algunas, sin ningún orden en
particular:
·
Père
Magloire, quizás el más habitual.
·
Boulard
·
Roger
Groult
·
Coquerel
·
Adrien
Camut
Pommeau:
El pommeau es un aperitivo dulce elaborado a partir del calvados, 2/3
de “mosto” de manzana (sidra sin
fermentar) por una de calvados, también
puede usarse como licor de postre.
Lambig:
El lambig es el calvados bretón (bueno, un bretón diría
que el calvados es el lambig normando). No es tan conocido, sólo recientemente ha conseguido su
denominación de origen y pasar de la producción local a la industrial mediante
pequeñas destilerías “de autor”. Desgraciadamente,
jamás lo he encontrado fuera de Bretaña. Uhmm… palets bretons y lambig: el desayuno de los campeones.
¡…. y no olviden supervitaminarse y
supermineralizarse !.
Muy edificante, me han dado ganas de probarlo.
ResponderEliminarMuy currado
hombre, gracias, aunque creo que algo que te de ganas de probar licor duro sea muy edificante :P
ResponderEliminarBuenas!
ResponderEliminarHemos encontrado una botella en casa de mi abuelo de Vieux Calvados Réserve Holophane elavorada por Roger Groult de 15 años. Hemos intentado encontrarla por internet para saber de que año es. Alguien me podria ayudar?
Muy buen trabajo. Tengo ganas de fabricarlo.
ResponderEliminarMuy buen trabajo. Tengo ganas de fabricarlo.
ResponderEliminarMuchas gracias por la info! Me ha servido de mucho
ResponderEliminarYo tomé una vez y me pareció una bebido exquisitamente espirituosa, como pocas.
ResponderEliminarNo he encontrado un mejor digestivo, ni más agradable, que el Père Magloire. Por supuesto, a temperatura ambiente y sin hielo. Totalmente recomendable.
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